De la Introducción del libro:
"La gran mayoría de los avistamientos, apariciones y sucesos que aquí figuran proceden de un contexto en el que fueron definidos como "ovnis", "naves", "luces misteriosas", fenómenos extraños en los cielos y semejantes, así que es una muestra más de la historia de los ovnis, quizá poco importante excepto en lo relativo a dos o tres sucesos (efectos de lanzamientos de misiles norteamericanos en los años 70). He sido exhaustivo y no he realizado una selección previa, segregando solo los rumores y anécdotas sin fecha, localización exacta y breve descripción. Por ello, he incluido también los sucesos previos a 1947 (un total de diecinueve), año en que nace el mito de la aparición de extraños artefactos en los cielos de naturaleza tecnológica y de origen ignoto. No obstante, estas historias previas al citado año no las he tomado en consideración en las gráficas que aparecen inmediatamente después de esta introducción, ya que la comparación que ponen de manifiesto es pertinente para sucesos ocurridos después de esa fecha. En la gráfica de distribución de la casuística canaria aparecen, por tanto, 319 casos de los 338 de que se compone la primera mitad de esta monografía.
Mi criterio de recogida, por tanto, ha sido emic, tomando cada episodio como un "caso ovni" si como tal fue divulgado o fue publicado en un contexto que claramente remite a observaciones semejantes. El caos así creado es marca de fábrica de los ovnis; es el caos que nace de infinidad de mentes percibiendo, contando, recordando y relatando sucesos que no pudieron identificar y de no pocos periodistas y ocultistas que adornaron, exageraron y deformaron todo ello siguiendo el gusto habitual.
La exposición de toda la casuística -en realidad, versiones orales y literarias de percepciones de apariencia extraña- relacionada con ovnis en Canarias conocida por el autor no tiene otro objetivo que el de mostrar la manifestación de esta creencia en las islas. Sus características y patrones de comportamiento, en forma de oleadas, son semejantes -véanse las gráficas a continuación de esta introducción- a las de otros lugares con los que comparte cultura e imaginario colectivo. Sus manifestaciones han corrido, a grandes rasgos, en paralelo con las del resto de España. La afirmación de que Canarias es un lugar especial y mágico (¿es por eso que los alienígenas veranean aquí?) es un intento de dotar de un aura especial a un terreno que ya cuenta con suficientes atractivos naturales.
Encontraremos en los artículos que siguen a esta introducción noticias sobre ovnis publicados en la prensa escrita, historias recogidas por el autor personalmente y cualquier referencia catalogable como misterio celeste. De ahí que las explicaciones propuestas -en su caso- sean muy variadas, porque variados son los fenómenos que pueden ser tomados por ovnis, luces de origen desconocido o fenómenos extraños asociados a las actividades y comportamientos usuales de aquéllos. Un desglose general de la categoría de los ovnis aquí tratada nos llevará a tropezarnos con luces puntuales que cruzan rápidamente el cielo; asombrosos y duraderos espectáculos luminosos celestes; luminarias saltarinas que se mueven por los parajes desérticos; fenómenos con apariencia de artefactos voladores que se desplazan o se mantienen estáticos; otros que parecían estar a muy escasa altura sobre el suelo o directamente posados; seres antropomorfos rondando alguno de esos objetos aterrizados; experiencias de visiones que parecen caer más en el terreno de las alucinaciones que en el de la realidad tangible; testimonios sospechosos sobre muy variados fenómenos; anécdotas inventadas sobre contactos con entes cósmicos; entradas en naves espaciales aparcadas en una playa; fotografías de manchas blanquecinas en fondo negro; fallos de revelado fotográfico interpretados como algo incomprensible; aparentes marcas de aterrizaje en el terreno; insectos y pájaros captados involuntariamente por las cámaras de los teléfonos móviles; aviones poco antes de aterrizar; algún cometa y algún que otro satélite; estrellas al amanecer y al atardecer; brillantes planetas matutinos y vespertinos, solos y en conjunción; reflejos de objetos conocidos; detecciones de radar no aclaradas; falsas intervenciones militares; reentradas de cohetes impulsores de satélites artificiales; efectos en la atmósfera de lanzamientos de misiles desde submarinos; fraudes testimoniales; y la porción habitual de sucesos no explicados, que, como es sabido, no implican la presencia de seres de más allá de Marte en nuestra atmósfera. Sólo la convención referida a "lo ovni" permite incluir este amasijo de anécdotas, historietas y semileyendas en una misma categoría.
Según algunos, "lo ovni" sería aquello que no entra en alguna de las posibilidades enumeradas, junto a otras. Pero algo que es negativo (no identificado) no puede ser objeto de estudio, así que, a la espera de las pruebas empíricas pertinentes de que tras el ovni haya algún fenómeno o presencia de las que se presuponen, debemos quedarnos con que estamos ante una especie preeminente de leyenda urbana mundial. El fenómeno es, precisamente, esa enorme masa de relatos, identificados o no, que han sido catalogados como "fenómeno ovni", y su estudio es apto para folcloristas, antropólogos, sociólogos, psicólogos e interesados en el impacto de la ciencia en la cultura popular."
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