A finales de la década de 1940 surgió el rumor en Estados Unidos de que en los cielos se observaban misteriosos objetos voladores de origen desconocido, denominados platillos volantes. Se rebautizaron más tarde como ovnis, término cuya asepsia inicial acabó perdiéndose hasta convertirse en sinónimo de naves extraterrestres. En 1950 estas visiones llegaron a España. Los asombrados viandantes divisaban extraños artefactos voladores y comunicaron sus avistamientos a la prensa, donde aparecieron testimonios de todo el país, desde Madrid a Gerona y desde Tenerife a Valladolid. De ahí en adelante, el mito de la venida de los seres del espacio pasó por altibajos, pero nunca desapareció completamente.El rumor popular sostiene que las Islas Canarias han sido un lugar “mágico” y propicio para las apariciones de ovnis. ¿Qué hay de cierto en ello? ¿Hay “bases submarinas” cerca de Lanzarote o en Tenerife? ¿Cuántos se han observado en las islas y cómo fueron? Esos temas y más se abordan en "El fenómeno ovni en Canarias desde 1981 a 2015", segunda parte de una monumental obra de investigación de Ricardo Campo Pérez.
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